¿Cómo puedes agradecer, cuando te encuentras triste, contrariada y frustrata? Aquí te va una idea. Agradece que ha llegado a ti la lección que necesitabas y suelta tu preocupación, como soltarías un puñado de globos inflados con helio. Cierra tus ojos e imaginariamente míralos subir hasta las nubes y más allá, y confía.
