

Soy amiga de lo distinto, de lo diverso. Defensora de las causas perdidas. Promorora de las cosas con menos seguidores. Si sé que algo es bueno, lo apoyo, aunque no sea lo más usual ni tradicional.
Adopto diferentes aceites esenciales y me hago amiga hasta de aromas complejos. Pero odio el olor del aceite esencial de eucalipto citriodora. ¡Lo dije!
Lo he puesto en la mezcla que estoy usando para hacer una limpieza general de la energía 2017 y arrancar el año con página en blanco.
Además lo he puesto en un difusor en mi habitación para purificar el aire y relajar. Me estoy yendo a dormir más temprano y este aceite me ayuda a bajar las revoluciones de una manera ligera y progresiva.
Pero debo decir, que aunque lo he intentado, no soy, para nada, amiga de su aroma.
Me recuerda un líquido limpiador que usaban en casa cuando era niña para limpiar los pisos. Tiene mucho sentido, porque como buen aldehído (componentes químicos), el eucalipto citriodora es un gran antimicrobial. Sus beneficios son amplios y es muy eficaz. Es un aceite generoso. Pero simplemente no me baja.
Haciendo un pequeño análisis, este aceite esencial se enfoca en limpiar, además de lo físico, lo emocional. Sirve para hacer una especie de fumigación de emociones negativas que pudieran, en mi caso, estar muy por debajo de mi piel e incluso no reflejarse en mi estado anímico. ¿Alguna vez has sentido esto? Negatividad muy oculta en lo profundo, que en el día a día no nos afecta, pero nos puede llegar a boicotear cuando estamos vulnerables.
¿Será que lo que me choca, me checa?
Reconozco que el aceite esencial de eucalipto citriodora ha sacado mis gérmenes emocionales a la superficie, para limpiarlos profundamente. Recomiendo que lo pruebes y me cuentes como te has sentido. El inicio del año es un excelente momento para cambiar la página.
A seguir trabajando con este aceite y estas emociones profundas.